Los fotógrafos de moda suelen retratar un mundo inaccesible de frivolidades pasajeras, un mundo tan voluble como insustancial, pero un genio como Helmut Newton supo ver con su cámara más allá de la superficie y utilizar ese glamuroso escaparate de vanidades como pretexto para fotografiar algo completamente distinto.
Después de llevar una ajetreada vida huyendo de la persecución nazi por su origen judío, a finales de los años cincuenta se estableció en Paris donde empezó a trabajar como fotógrafo de moda para importantes revistas de moda como Vogue o Elle. A partir de ahí su carrera empezó a tener reconocimiento mundial, convirtiéndose en uno de los fotógrafos más aclamados del siglo XX. Durante más de tres décadas, las revistas de moda más famosas del mundo se disputaron sus fotografías.
Helmut Newton tenía un ojo genial para captar la belleza femenina con un estilo muy personal y provocador. Su fotografía luminosa y cargada de glamour y sensualidad enloquecía a las revista de moda. Los elegantes desnudos femeninos y los tacones de aguja protagonizaban los retratos de este gran maestro de la seducción. Sus mujeres de vertiginosas piernas siempre resultaban lascivas y envueltas en un aura de misterio. Los hombres tan sólo aparecían retratados como un decorado secundario para no ensombrecer la hermosura y el poder de sus perturbadoras musas.
Si un fotógrafo dice que no es un voyeur, es un estúpido o un mentiroso.
Esta leyenda del mundo de la fotografía era también un hombre con fantasías que rozaban lo perverso. Su personalidad creativa estaba profundamente marcada por el erotismo. Helmut Newton fue uno de esos artistas capaces de crear un universo a su medida, y a la medida, también, de las pulsiones ocultas de su tiempo.
Fashion photographers often portray a world inaccessible passing frivolities, a world as fickle as insubstantial, but a genius like Helmut Newton with his camera could see beyond the surface and use that glamorous vanities showcase as an excuse to shoot something completely different.
After leading a busy life fleeing Nazi persecution of Jewish origin, in the late fifties settled in Paris where he began working as a fashion photographer for fashion magazines like Vogue or Elle. From there her career began to have global recognition, becoming one of the most acclaimed photographers of the twentieth century. For over three decades, the most famous fashion magazines in the world competed for his photographs.
Helmut Newton had a great eye for capturing female beauty with a very personal style and provocative. His picture bright and full of glamor and sensuality mad at fashion magazine. The elegant female nudes and starred stilettos pictures of this great master of seduction. His legs always giddy women were lewd and wrapped in an aura of mystery. Men appeared only portrayed as a secondary decorated not overshadow the beauty and power of his disturbing muses.
If a photographer says he’s not a voyeur, is a fool or a liar.
This legend in the world of photography was also a man who touched the perverse fantasies. His creative personality was deeply marked by eroticism. Helmut Newton was one of those artists capable of creating a universe to measure, and the measure also of hidden impulses of his time.